
1-. La salida de John Greig: Los linarenses iniciaron la disputa del torneo 2010 con John Greig encabezando la labor técnica. Con este DT, Linares tenía una identidad futbolística, que si bien a muchos no gustaba por lo excesivamente defensivo, tenía al cuadro linarense en posiciones expectantes en la tabla de posiciones del difícil Grupo Sur. Greig fue despedido después de nueve partidos en la primera fase, y su lugar fue ocupado por Guillermo Chichilo Pérez, un técnico con anterior experiencia en SAU y que había sido anteriormente jugador de la institución albirroja. Si bien es cierto que los albirrojos realizaron algunos buenos partidos, como su triunfo como visitante ante Temuco en la fase regular, durante la Liguilla del Descenso su labor resultó ser para el olvido. Parecía todo lo inverso a lo que pregonaba Greig, fundamentalmente debido a la fragilidad defensiva y la inseguridad en todas sus líneas, lo cual hizo eco en la estrepitosa caída en La Pintana (0-7) o en la derrota en la ida ante Quilicura (1-3), en donde se vio a un equipo linarense frío, desganado y sin reacción, demostrando con claridad que las ideas de Pérez eran puestas en práctica en el campo de juego de manera deficiente, perdiendo la identidad que con Greig se había logrado.
2-. El tema de las expulsiones: Semana a semana, pudimos presenciar que Linares no terminaba con la oncena completa en el campo de juego. Jugadores como Soto, Hernández o Arriaza, difícilmente podían controlar su temperamento y se iban a duchar al camarín antes de tiempo. La razón de la derrota final ante Quilicura en el alargue, fue en directa proporción que Linares estaba con dos hombres menos debido a dos expulsiones sin sentido, como las de Arriaza que se puso a discutir a viva voz con el árbitro, restándole opciones a su elenco, el cual tuvo que desdoblar sus funciones, lo que a la larga terminó por menguar su capacidad física e inclinarse ante un cuadro quilicurano que supo aprovechar su ventaja.
3-. El poco compromiso de sus jugadores: Después de finalizada la participación de los linarenses en la Liguilla del Descenso, en donde ocuparon el último lugar, cuatro de sus jugadores no encontraron mejor decisión que abandonar el buque cuando estaba a la deriva. Dos de esos casos correspondían a jugadores que tenían una participación activa en el elenco albirrojo, ya que tenían una participación constante en los partidos disputados por Linares, como eran los casos de Alex Pinar y Gerardo Henríquez, quienes no encontraron mejor solución que decir “nos vamos” después de la derrota ante Temuco (0-1) en el Becker. Eso demostraba el poco dominio de Pérez sobre su plantel, en donde algunos jugadores no tenían el compromiso suficiente con los colores que defendían.
4-. Las carencias en la creación de juego: Linares tuvo dos creadores a lo largo del año, Yohann González y Guillermo Núñez, y ninguno de los dos brilló a carta cabal en la generación de fútbol en el cuadro linarense. Yohann tuvo que lidiar con constantes lesiones que perjudicaron su andamiaje regular en la oncena albirroja, mientras que Núñez solo tuvo chispazos a lo largo del año, sin lograr repetir pasadas campañas en Santa Cruz y Colchagua. El tema de las lesiones fue otro tópico a considerar, sobre todo lo concerniente a los sucesivos desgarros de algunos elementos, lo cual, según algunos medios locales, apuntaba hacia la excesiva carga de trabajo del PF Luis Lantadilla.
5-. La suma dependencia hacia Vallejos: Diego Vallejos fue el mejor jugador de Linares tanto en el 2009 como en el 2010. Su presencia era garantía de goles y gestaciones ofensivas en el campo de juego. No en vano fue el goleador del equipo con un total de 9 goles. Sin embargo, el centrodelantero se desgarró ante La Pintana en Santiago, y nunca pudo ser reemplazado por sus compañeros a cabalidad, lo cual se puede comprobar ya que en cinco partidos solo hizo tres goles, dos de ellos en el último partido. Si bien es cierto que el otro atacante linarense, Eduardo Monrroy, hizo 6 goles, su juego nunca pudo satisfacer el paladar de la hinchada albirroja, el cual catalogaba de “tronco” al ex centrodelantero de Valdivia (hay que considerar que la mitad de los goles que hizo Monrroy fue de penal). Los otros delanteros fueron Oscar González (3 goles), Alex Pinar (2 goles) y Jorge Carter (1 gol, extrañamente desaparecido), pero ninguno le llegaba a los talones al talentoso “9” linarense.
fuente: 3division.cl
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